Fallecía a la 1,15 (hora española) en Anantapur, India, el humanista y filátropo Vicente Ferrer a causa de problemas respiratorios. Pero Vicente no muere, su inmortalidad son las 39.000 viviendas construidas para las familias más desfavorecidas, tres hospitales generales, un centro de planificación familiar, un centro para enfermos terminales de sida, 14 clínicas rurales, 1.696 escuelas y centros educativos, 120 bibliotecas que educan a 158.000 alumnos de primaria y secundaria; además, cerca de 500 jóvenes más están preparándose para entrar en la universidad y otros tantos están cursando ya carreras universitarias. Y luego están los centros especiales para invidentes, sordos, discapacitados psíquicos; un total de 1.300 ‘shangams’ acogen a 15.600 personas con distintas discapacidades, que cuentan además con 18 escuelas residenciales.
"Construir un mundo mejor" fue su máxima. Ojala fuese ese el pensamiento de todas y cada una de las personas que vivimos en la tierra. El mundo sería distinto, más humano...
Fuente:elmundo.es
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