El Parlament aprobó ayer por unanimidad la ley de la lengua de signos catalana, lo que significa el reconocimiento de esta lengua como el sistema lingüístico propio de las personas sordas y sordo-ciegas de Catalunya.
El texto, aprobado por 132 votos a favor y ninguno en contra, supone la regulación del aprendizaje de esta lengua, la formación y acreditación del profesorado que la imparte, y garantiza su uso en las administraciones públicas catalanas. Esta ley también establece que la Generalitat de Catalunya debe difundir esta lengua y reconoce al Institut d'Estudis Catalans (IEC) como la institución académica que tiene que determinar sus normas e impulsar su investigación.
El texto, aprobado por 132 votos a favor y ninguno en contra, supone la regulación del aprendizaje de esta lengua, la formación y acreditación del profesorado que la imparte, y garantiza su uso en las administraciones públicas catalanas. Esta ley también establece que la Generalitat de Catalunya debe difundir esta lengua y reconoce al Institut d'Estudis Catalans (IEC) como la institución académica que tiene que determinar sus normas e impulsar su investigación.
El vicepresidente del Govern, Josep-Lluís Carod-Rovira, explicó que la nueva norma "otorga la dignidad que merece desde el punto de vista institucional" a la lengua de signos catalana, y matizó que no se trata de una imposición para las personas sordas, sino de un instrumento muy útil para aquellos que quieran utilizarla. Destacó que el Parlament "ha hecho justicia a una larga reivindicación que empezó hace 16 años" y aseguró que 25.000 personas se podrán beneficiar de su aprobación.
Con esta ley, "Catalunya ha vuelto a ser pionera junto a Finlandia y Suecia", sentenció el vicepresidente. La diputada de ERC Maria Mercè Roca valoró que el texto aprobado demuestra que "Catalunya es un país que cree en la diversidad cultural y apoya a las minorías lingüísticas". No todas las persona sordas se expresan mediante el lenguaje de signos, y en este sentido la diputada republicana aseguró que el texto era "una marca de libertad" que no obliga a nadie a utilizar la lengua de signos catalana, sino que protege a aquellos que decidan hacerlo.
Con esta ley, "Catalunya ha vuelto a ser pionera junto a Finlandia y Suecia", sentenció el vicepresidente. La diputada de ERC Maria Mercè Roca valoró que el texto aprobado demuestra que "Catalunya es un país que cree en la diversidad cultural y apoya a las minorías lingüísticas". No todas las persona sordas se expresan mediante el lenguaje de signos, y en este sentido la diputada republicana aseguró que el texto era "una marca de libertad" que no obliga a nadie a utilizar la lengua de signos catalana, sino que protege a aquellos que decidan hacerlo.
Fuente: La Vanguardia
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